Bomba lobular VX186-184Q: bombeo de orujo
El cliente y el problema
El orujo de oliva es un subproducto del proceso de extracción del aceite de oliva, formado por las cáscaras, los residuos de pulpa y los fragmentos de hueso. Recientemente, sobre todo en el centro y el sur de Italia, el orujo de oliva se ha convertido en un subproducto interesante para alimentar plantas de biogás. Por ello, muchas almazaras se están preparando para acumular este residuo y alimentar posteriormente las plantas.
Al mismo tiempo, muchas plantas de biogás han empezado a instalar depósitos y sistemas de bombeo de orujo para complementar el suministro normal de la planta.
Una empresa de aceite de oliva italiana situada en Apulia que lleva 3 generaciones produciendo un excelente aceite de oliva virgen extra, siguiendo todas las etapas de la producción, desde el cultivo hasta el embotellado, para almacenar y luego suministrar este subproducto a las plantas, necesita bombear orujo deshuesado con las siguientes características:
- Materia seca: 27%.
- Materia orgánica materia seca: 93%.
- Grasas y aceites brutos: 17%.
Para este tipo de sustancias, las bombas de pistón y monotornillo utilizadas anteriormente presentaban varios problemas:
- Dimensiones totales elevadas para caudales altos
- Pulsaciones frecuentes
- Ruido
- Riesgo de agarrotamiento de la bomba de pistón debido a la posible presencia de huesos de aceituna
- Funcionamiento en seco y problemas de reversibilidad de las bombas de tornillo helicoidal
El problema
La disposición de la planta del compartimento de "trituración" presente antes de la instalación de las RedUnits de Vogelsang incluía la presencia de un tamiz de gruesos, es decir, un triturador de gruesos de un solo eje, con una potencia de unos 35,0 kW, dentro de la cual el material se sometía a un "desbaste" inicial. A continuación, de nuevo mediante el uso de una cinta transportadora, pasaba primero por un detector de metales (para eliminar cualquier resto metálico) y después por 2 trituradores más finos (de molino clásicos), que trabajaban en paralelo (una en redundancia con la otra, excepto en casos de picos de entrada de material (20 toneladas/h)) de 36,0 kW de potencia cada una. Por último, el material triturado se bombeaba al interior de un cocedor y se enviaba a las siguientes etapas, lo que planteaba los siguientes problemas
- Potencia instalada y consumo muy elevados
- Baja eficiencia de trabajo (sistema poco versátil y reactivo a la presencia de materias extrañas)
- Sistema más complejo de gestionar (incluyendo automatización y control de alarmas)
- Mantenimiento constante y elevados costes de mano de obra (el mantenimiento requería al menos 5-10 horas de trabajo a la semana con la presencia de 1 ó 2 operarios).
Por lo tanto, el sistema no era óptimo ni funcional para las necesidades del trabajo y creaba varios problemas tanto operativos como económicos.
La solución
Gracias a la instalación de la bomba lobular VX186-184Q, el trasiego de orujo es ahora más rápido y eficaz. Las propiedades de autocebado, la ausencia de ruidos y vibraciones y la compacidad de la máquina son cualidades que han mejorado el proceso de bombeo en la trituradora. Las operaciones de trasvase a los depósitos son más fluidas, incluso en presencia de pequeños residuos de cacahuete que generaban resistencia al paso del fluido y corrosión de los lóbulos.
De hecho, en comparación con las bombas comunes utilizadas para el orujo, las bombas Vogelsang se distinguen por la facilidad de mantenimiento encapsulada en el concepto QuickService: cada bomba está equipada con una tapa que puede abrirse cuando sea necesario para acceder a los lóbulos. Esto permite el mantenimiento in situ y la sustitución de todas las piezas de desgaste sin desmontar el cuerpo de la bomba de las tuberías.